Imagen del libro

«No se puede cambiar lo que no se conoce y para cambiar el mundo hay que saber cómo funciona. En ese sentido no sólo está bien que los niños aprendan economía, sino que es imprescindible o jamás podrán ayudarnos a construir un mundo mejor. Ahora bien, está claro que un libro como éste no pretende enseñar a conocer el mundo para cambiarlo, sino que lo que claramente quiere es que los niños formen parte del mismo sistema enfermo que beneficia sólo a unos pocos y descarada y corruptamente se les incitan contravalores. Pero esto no es nuevo, porque hace mucho tiempo que en los colegios se inculcan valores de un modo extraño en relación a la realidad, como por ejemplo, decir que _hay que compartirlo *todo*_ cuando en realidad los propios educadores que lo inculcan no compartirían ni sus casas, ni sus cónyuges ni muchas otras cosas. Hay que ser coherentes: o compartimos todo o no compartimos nada o la compartición es un acto de generosidad puntual guiado por la inteligencia, pero no puede ser las tres cosas a la vez. Ese conflicto entre la educación en valores y el mundo real es algo que hay que resolver ya, o de lo contrario los niños al final aprenden a ser hipócritas. Y todos salimos perdiendo.» [Agustín Barahona]

 

Origen: El libro de Finanzas para niños que irrita a Podemos: qué es una hipoteca y cómo ahorrar

agosto 31, 2018 a las 11:59 am por Agustín Barahona
Categoría: Escritos en Facebook, Humanismo, Reflexiones
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