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Mes: diciembre 2013
Legislar para que el sistema no pueda ser perverso - diciembre 5, 2013 por Agustín Barahona
«Si un legislador quiere y sabe cómo hacerlo puede legislar de modo que no sólo el sistema no pueda ser perverso sino que si alguien intenta perversibilizarlo el propio sistema reaccione contra ese alguien del mismo modo que el cuerpo reacciona ante los virus y bacterias nocivos.» [Agustín Barahona]
¿Ofensivo o deshonesto amonestar? - diciembre 3, 2013 por Agustín Barahona
«No es ofensivo o deshonesto amonestar a alguien recordándole que no cumple las reglas del juego. Lo que es ofensivo y deshonesto es no cumplirlas.» [Agustin Barahona]
¿Un sistema educativo como el finlandés antes de un cambio político? - diciembre 2, 2013 por Agustín Barahona

«¿UN SISTEMA EDUCATIVO COMO EL FINLANDÉS ANTES DE UN CAMBIO DE SISTEMA POLÍTICO? – Por lo leído, para poder implantar en España un sistema como el finlandés habría que, en pocas palabras, o bien ser finlandeses o bien cambiar el sistema político para que con el tiempo cambiara la ciudadanía su ADN cultural y, consecuentemente, de modo natural llegáramos a un sistema educativo eficaz. ¿No es eso? ¿O creéis que si se implantara ahora mismo un sistema educativo como el de Finlandia realmente se sostendría y cambiaría la realidad cultural española? Yo ahora mismo no veo cómo podría implantarse sin pasar primero por un necesario y urgente cambio de sistema político que impidiera la posibilidad de todas las perversiones que nos afligen en éste, a no ser que se me escape algo. Tal como estamos, sería virtualmente imposible conseguir siquiera los mínimos del sistema de educación finlandés, porque me da la impresión de que reside en un determinado tipo de cultura, non viceversa. Pero ya digo que puedo estar equivocado y admito todo tipo de sugerencias para llegar a un sistema educativo así, porque como profesores, al crear un mundo mejor los primeros beneficiados seríamos nosotros mismos, como siempre suelo decir a mis alumnos.

Por ejemplo, pensadlo para estos momentos: ¿cuáles serían en España los contenidos científicos de esa carrera de 3 años y del máster de 2 que se realizan en Finlandia?, ¿cuáles serían las cribas para filtrar a los que llegaran a dichos estudios y quiénes –ahora mismo– detentarían el poder y el conocimiento para cribar a los que pueden ser profesores y a los que no? ¿Sería apelable la decisión? ¿Qué garantías de justicia tendría el sistema de apelaciones si lo hubiera? ¿Qué sistema educativo previo permitiría validar que las notas obtenidas para esa carrera de magisterio son de confianza como para que la calificación de 9/10 sean realmente un justo 9/10?, ¿serían igualmente apelables dichas notas en un contexto de justicia demostrable, público y transparente? ¿En qué consiste el criterio de «sensibilidad social» que debería requerirse al profesor, quién lo determina, cómo se mide su grado en una entrevista, quién está cualificado para tal medición y cómo podrían apelarse los resultados igualmente? ¿Qué sistema de formación intradomus habría que sostener para que los niños estuvieran adecuadamente preparados para poder abordar con aprovechamiento el sistema educativo al empezar a los 7 años y que no chocara además con doctrinas supercheras religiosas? Etc, etc, etc.

Podríamos seguir hasta el final cuestionándonos todo sanamente y nos daríamos cuenta de que para poder abordar cualquier sistema educativo que tuviera garantías de justicia ***antes tendríamos que garantizarnos la justicia a nosotros mismos***. Digo en lo práctico e inmediato. Fuera de ello es un pez que se muerde la cola y habría que abordarlo todo simultáneamente, pero el proceso no lo verían terminado ni nuestros nietos, aunque si lo vieran nuestros biznietos habría valido la pena el lento y agotador esfuerzo de cambiarlo sin cambiar antes la cultura –si es que tal cosa es posible– para procurar que educación y cultura se cambien entrambas a lo largo de unos siglos. Tampoco sería mala idea, ***pero el desgaste sería atroz y los post-líticos de tipo actual querrían impedir por todos los medios que se llevara a cabo***. Y entonces volvemos a mi planteamiento base y vuelta a empezar: ¿Se puede cambiar la educación sin cambiar antes el sistema que garantice la calidad real de la educación, su justicia de gestión y su independencia política?» [Agustin Barahona]

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