«No se puede cambiar lo que no se conoce y para cambiar el mundo hay que saber cómo funciona. En ese sentido no sólo está bien que los niños aprendan economía, sino que es imprescindible o jamás podrán ayudarnos a construir un mundo mejor. Ahora bien, está claro que un libro como éste no pretende enseñar a conocer el mundo para cambiarlo, sino que lo que claramente quiere es que los niños formen parte del mismo sistema enfermo que beneficia sólo a unos pocos y descarada y corruptamente se les incitan contravalores. Pero esto no es nuevo, porque hace mucho tiempo que en los colegios se inculcan valores de un modo extraño en relación a la realidad, como por ejemplo, decir que _hay que compartirlo *todo*_ cuando en realidad los propios educadores que lo inculcan no compartirían ni sus casas, ni sus cónyuges ni muchas otras cosas. Hay que ser coherentes: o compartimos todo o no compartimos nada o la compartición es un acto de generosidad puntual guiado por la inteligencia, pero no puede ser las tres cosas a la vez. Ese conflicto entre la educación en valores y el mundo real es algo que hay que resolver ya, o de lo contrario los niños al final aprenden a ser hipócritas. Y todos salimos perdiendo.» [Agustín Barahona]
Origen: El libro de Finanzas para niños que irrita a Podemos: qué es una hipoteca y cómo ahorrar
Nunca elegimos que los pp. políticos nos quitaran nuestro Poder Legislativo. La excusa de la pueril representación es ridícula.
Publicada por Agustin Barahona en Miércoles, 29 de agosto de 2018
¡Cualquier plataforma o institución ciudadana asesorada por juristas legislaría mil veces mejor que los partidos políticos!
Publicada por Agustin Barahona en Domingo, 26 de agosto de 2018