Para tener controladas a las fuerzas de seguridad del estado quienes nombran dirigentes entre ellas lo hacen buscando que éstos dominen por el miedo. La actividad sindical no está reconocida en la Guardia Civil y sufren, en muchos casos, situaciones de desamparo, algo teóricamente imposible en un estado de derecho. No es cuestión del PP, sino de todos los partidos que han estado en el poder. Es una situación muy peligrosa porque la carencia de esos derechos puede empujarlos en teoría a cometer tropelías que les sean ordenadas, ya que no pueden hacer valer los mismos derechos que la constitución reconoce para el resto de los ciudadanos. Para que un día las fuerzas de seguridad del estado pudieran estar de parte de la población en situación de manifiesta injusticia contra ésta tendrían que tener los mismos derechos a poder ser defendidos por las mismas normas que los demás, de otro modo es realmente muy difícil… y los gobernantes lo saben. Un detalle más de los cientos que muestran a las claras que el sistema en que vivimos es perverso desde sus comienzos y de que necesitamos urgentemente sentarnos todos a decidir a debatir cómo deberá ser el próximo. No os perdáis este pequeño artículo.