«¿LA EXTREMA DERECHA ACTUA A CARA DESCUBIERTA Y LA EXTREMA IZQUIERDA CON EL ROSTRO TAPADO? – Si a la policía se le permite no cumplir el reglamento y la Constitución no identificándose y sin que pueda grabarse lo que hagan –se produce desamparo jurídico ipso facto– es lógico –por mucho que nada de esto debiera ser así– que las personas que vayan a las manifestaciones en adelante vayan igualmente inidentificables para al menos estar en igualdad de condiciones. Y podría ser sintomático que lo que aquí se define como la «extrema derecha» pudiera ir con la cara descubierta ejerciendo como tal «extrema derecha» y sin embargo no le sucediese nada, a pesar de que los medios de comunicación dejasen constancia de hemeroteca de lo que sucediese.
Todo aquel que delinca es un delincuente y debe ser juzgado y corregido justamente.
Personalmente no creo ni en izquierdas ni en derechas, ya lo he explicado muchas veces. Ahora sólo veo gente cuyos derechos sociales conseguidos penosamente durante siglos salen a las calles a denunciarlo. Y, como digo, si se cuelan delincuentes entre ellos –porque los haya de verdad o porque determinadas instancias los fabricasen adrede para poder justificar cargas– que los capturen y los procesen, pero en condiciones de garantías constitucionales de libertad de expresión. Pero nada de «pagan justos por pecadores» cogiendo gente que no ha hecho nada y que las cámaras muestran con meridiana nitidez que no han hecho nada. Mientras esa situación no se dé como describe toda la normativa española actual no habrá nada que hacer. Y si prospera la nueva normativa que lesiona los derechos fundamentales de las personas que quieren libre y pacíficamente manifestarse no creo que pueda prosperar ninguna norma, porque la realidad no puede cambiarse por decreto y los millones y millones que somos los españoles no creo que aceptemos aborregados ninguna imposición ilógica e injusta sin hacer lo necesario para que ni la falta de lógica ni la de justicia puedan imponérsenos.» [Agustin Barahona]
«La vieja Europa se desmorona marcha atrás y cabeza abajo en manos de gentes creyentes en cuentos de hadas como dios y el neoliberalismo, en los que cualquier persona sensata, sin carencias y afecciones emocionales y sin voluntad de manipular parasitariamente, vería sólo credos infantiles, infantilizados e infantilizantes. Convendría que cuanto antes Europa –y el resto del mundo– abandonara las manos pueriles que quieren jugar con el mundo a ser dios o su representante autodesignado para quedar en manos de adultos capaces de afrontar con ciencia y consciencia las enormes carencias que aún tiene la humanidad.» [Agustin Barahona]
«LA FALACIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL – Si alguien es capaz de demostrar que el concepto de inteligencia emocional es necesario porque no existían ni sus contenidos ni su campo ni su trato científico/lógico antes de que éste se inventara este debate es el medio más adecuado para aportar sus argumentos –véase al respecto mi nota del 12 de noviembre sobre los debates académicos–. Idem si es capaz de demostrar la existencia biológica de un órgano funcional de esa presunta inteligencia o de algún medio incontestable para medir su capacidad. En ausencia de dichas demostraciones tengo la viva impresión de que dicho concepto es falaz y para lo único que ha servido y sirve es para que algunas personas puedan ganar dinero aglutinando en torno de él todas las tendencias para amansar a la gente buscando opiáceamente la felicidad en lugar de –ni siquiera por encima de– la eficiencia y eficacia en las necesidades propias de los seres humanos y del mundo. Aquí queda mi propuesta, tema y reto.» [Agustin Barahona]