«Si la cultura es puramente entretenimiento, no importa nada. Si se trata de divertirse, un embaucador puede divertirme más que una persona profundamente auténtica, sin duda. Pero si la cultura significa mucho más, entonces sí es preocupante. Y yo creo que la cultura significa mucho más; y no solamente por el placer que produce leer una gran obra literaria o ver una gran ópera o escuchar una hermosa sinfonía, o ver un espectáculo exquisito de ballet, sino porque el tipo de sensibilidad, el tipo de imaginación, el tipo de apetitos y deseos que la alta cultura, el gran arte, producen en un individuo lo arman y equipan para vivir mejor: para ser mucho más consciente de la problemática en la que está inmerso, para ser mucho más lúcido respecto a lo que anda bien y a lo que anda mal en el mundo en el que vive. Y también porque esa sensibilidad así formada le permite defenderse mejor contra la adversidad y gozar más, o en todo caso sufrir menos.» [Mario Vargas Llosa]
«La vida es siempre muy dura: Incluso cuando parece que te sonríe lo que en realidad está haciendo es amenazarte con los dientes». [Agustín Barahona]
Esta Administración infame | Web oficial de Arturo Pérez-Reverte.
Destaco: «Asombra el grado de perversión del monstruoso sistema que nos ha sido impuesto. No saber nunca a quién llamar, a quién reclamar nada. Con lo fácil que sería una firma: saber que quien maneja un expediente es responsable en el tramo que le corresponde. Un médico o un profesor son funcionarios y firman con sus nombres, pero en asuntos administrativos no firma nadie. El sistema es anónimo, lo que garantiza mucha impunidad. Mucha golfería. […] …cuando con mucha insistencia alguien llega al hilo del ovillo, se entera, por ejemplo, de que su elaborado proyecto con el que sudó sangre, cuyo requisito oficial era generar empleo intercomunitario, ha sido rechazado como otros, y en cambio se lo dieron a una página Web más simple que el mecanismo de un sonajero. Y claro. Ahí no valen pantallas. Eso no es el humilde funcionario de la ventanilla o el teléfono quien lo concede al sobrino, compadre o recomendado, sino que se decide arriba. Entre quienes se benefician del negocio y lo extienden a su clientela, sobre todo en un país corrupto como éste, donde lees el periódico y echas la pota. Si esa poca transparencia se da con una subvención de 500 euros, calculen lo que circula en la sombra, y a qué manos va cuando se reparte el pastel entre afiliados, compadres y sindicatos del langostino. »