Según publica la Fundación Ciudadana Civio, Domingo fue condenado por un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con otro delito continuado de apropiación indebida por extraer dinero de la cuenta de un cliente, cuando aún dirigía una sucursal del Santander en Esguevillas de Esgueva, Valladolid.
El banquero, que también está inhabilitado para trabajar en este sector durante el tiempo de condena, era además el único trabajador en esta oficina, donde trabajó durante 11 años, hasta mayo de 2003. Desde ese puesto, emitió y rellenó recibos de disposición de fondos, imitando la firma de uno de sus clientes, para llevarse parte de sus fondos. (continúa leyendo en el artículo)