«En Armonía no se prohiben las quintas paralelas porque sea un «pecado» o suenen mal. Se prohiben sólo en los contextos en que son perceptibles sin pretenderlo, como sucede en el contexto didáctico-formativo de dichas clases, que se supone que enseñan al alumno a mantener un equilibrio consciente y constante en la conducción de las voces de modo que ninguna destaque por encima de la otra. Esta percepción se produce precisamente porque al ser un intervalo tan resonante en sus armónicos es difícil de esconder si se mueve en paralelo, ya que su sonoridad destaca atrayendo involuntariamente la atención del oyente por encima de todo lo demás a excepción de las octavas y los unísonos, que poseen aún mayor intensidad por la fuerza y posición de sus armónicos. Así lo planteo a mis alumnos.» [Agustin Barahona]

marzo 31, 2012 a las 3:13 am por Agustín Barahona
Categoría: Musicología