«Resulta hilarante comprobar cómo desde hace muchos años en España se acusa de incultos «dignos de psiquiátrico» a gente culta por osar declarar abiertamente no gustar de los antiestéticos experimentos sonoros mal llamados «música», siempre sin explicar estos curiosos acusadores en qué debería haber consistido la cultura de esa gente culta para que hubieran podido parecerles agradables esos ácidos sulfhídricos sonoros con su característica fetidez y no ser así considerados «locos» por abominarlos. Pero más risible resulta aún la vieja excusa, aún sostenida por algunos, de que si se abomina de lo desagradable es porque se le tiene «miedo», no porque desagrade.» [Agustín Barahona]

marzo 31, 2012 a las 3:14 am por Agustín Barahona
Categoría: Escritos en Facebook, Musicología