«Si la cultura es puramente entretenimiento, no importa nada. Si se trata de divertirse, un embaucador puede divertirme más que una persona profundamente auténtica, sin duda. Pero si la cultura significa mucho más, entonces sí es preocupante. Y yo creo que la cultura significa mucho más; y no solamente por el placer que produce leer una gran obra literaria o ver una gran ópera o escuchar una hermosa sinfonía, o ver un espectáculo exquisito de ballet, sino porque el tipo de sensibilidad, el tipo de imaginación, el tipo de apetitos y deseos que la alta cultura, el gran arte, producen en un individuo lo arman y equipan para vivir mejor: para ser mucho más consciente de la problemática en la que está inmerso, para ser mucho más lúcido respecto a lo que anda bien y a lo que anda mal en el mundo en el que vive. Y también porque esa sensibilidad así formada le permite defenderse mejor contra la adversidad y gozar más, o en todo caso sufrir menos.» [Mario Vargas Llosa]
¿EN QUÉ CONSISTE LA CALIDAD DE LA MÚSICA DE NÚCLEO ATONALISTA?
Planteamiento inicial del debate:
«Si lo que legitima o justifica la presencia de la música de núcleo atonalista en los escenarios es, como dicen, su calidad:
1.- ¿En qué consiste concretamente dicha calidad y cómo se demuestra ésta en cada obra?
Y si no es la calidad…
2.- ¿Qué otra cosa es y cómo se demuestra en cada obra?
3.- Lo que legitima o justifica las obras ¿es también el medio con el que se construyen las así llamadas actitudes «rompedoras» o el objetivo de éstas es también romper esa legitimación-justificación?»