Dos estudios publicados casi simultáneamente en Science y en Nature, han comparado los genomas neandertales que han logrado secuenciarse en los últimos tiempos con cientos de genomas de humanos actuales de diversas partes del mundo. Los resultados arrojan que hasta un 20 por ciento del genoma neandertal, se mantiene vivo en los humanos contemporáneos. También que tenemos genes neandertales que afectan a la diabetes tipo 2, a la enfermedad de Crohn, el lupus, la cirrosis e incluso algunos que podrían ayudar a dejar de fumar.
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El estudio publicado el 29 de enero en Nature, sugiere que la herencia neandertal en nuestro genoma ha sido tanto benigna como dañina, para los humanos actuales. “Ahora que podemos estimar la probabilidad de que una variante genética en particular la heredamos de los neandertales, podemos empezar a comprender cómo esa herencia genética nos afecta”, dijo David Reich, de la Harvard Medical School, y autor principal del estudio. “También podremos aprender más sobre cómo eran los neandertales”.
Se sabe por diversos estudios que, en promedio, todos los humanos no africanos tienen un 2 por ciento de su genoma heredado de los neandertales. Fruto de que hace entre 40 y 80 mil años atrás, Homo sapiens y Homo neanderthalensis se relacionaron de una forma amorosa, y los hijos fruto de ese amor, tuvieron descendencia que llega hasta la fecha de hoy. Los africanos nativos tienen o muy poco o nada de genes neandertales, ya que el cruce entre las especies ocurrió fuera de África, muy probablemente en Medio Oriente. … (Continúa en el artículo)
vía El 20% del genoma neandertal sigue vivo en nosotros | SinapSit.
«A mi no me gustan los cambios «radicales», sino ***los necesarios***, independientemente de que sean radicales o no. Así que no debo de ser creativo 😉 Lástima que se olviden de determinar en este artículo qué es real, concreta y exactamente la creatividad 🙂 porque crear sabe todo el mundo, así que no debe de ser eso a lo que se quieren referir 😉 » [Agustín Barahona]
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vía 18 cosas que las personas altamente creativas no hacen igual que el resto.

«En Música, tonalidad y atonalidad son situaciones graduales de orden estructurado que, por lo tanto, pueden ir desde la más absoluta y extrema tonalidad hasta la más absoluta y extrema atonalidad, del mismo modo en que puede procederse gradualmente desde el más riguroso orden y jerarquía funcional al más extremo, desestructurado y distrópico caos. Ambas representan los extremos de la eficacia presente o ausente de la comuncación musical, ya que para que la combinatoria significante y distintiva en cualquier proceso semiótico sea eficiente ha de estar basada necesariamente en un conjunto discreto y finito de signos cuyas relaciones sean predecibles por emisor y receptor, siendo precisamente esto en lo que consiste la economía y productividad lingüísticas en toda comunicación articulada, mecanismos naturales que sólo los necios, los ignorantes o los farsantes pretenden negar o desvirtuar.» [Agustín Barahona]