Fé de erratas:
En la Constitución, donde pone «derecho a» debe poner «garantía de» para que no jueguen más con nosotros.
«El truco de quienes hicieron perversa la constitución fue poner el tener derecho en lugar de garantizar, porque tener derecho en jurismo sólo quiere decir que nadie te puede negar algo, no que te vayan a dar aquello a lo que tienes derecho.
El problema de Derecho de fondo es que la mención expresa de un derecho ha de ser significativa y pertinente, o si no habría que hacer mención expresa de todos los derechos posibles del ser humano y la lista sería infinita. El hecho de que no se mencione que tenemos derecho a respirar no quiere decir que nos lo puedan quitar, luego si los derechos constitucionales tienen la misma categoría que los derechos no expresos la constitución estaría mal hecha o perversamente hecha, ya que habrían incluído determinados derechos sólo como una parapeto para engañar a los españoles haciéndoles creer lo que no es.
No sé si me he explicado con la claridad suficiente y he justificado la urgente necesidad de tomarnos como una fé de erratas estas imprescindibles modificaciones en la Constitución. O bien la urgente necesidad de hacerla nueva desde el principio, que es lo que sería más justo, fácil y sano.» [Agustín Barahona]
«Hay que blindar las pensiones, por humanidad y por lógica. Que cada persona pueda cobrar lo que la proporción de su trabajo y tiempo le haya permitido alcanzar y que sea siempre el máximo posible, jamás un mínimo. Es una cuestión de dignidad y de justicia.
El estado tiene dinero de sobra para poder hacerlo., Simplemente tiene que cambiar sus prioridades por otras más justas y razonables y dejar de mercadear para beneficio de los mercachifles con el dinero de los españoles.» [Agustín Barahona]
«Cuando se hacen unas elecciones para cubrir simultáneamente puestos de relevancia en un equipo directivo deberían ser los gobernados quienes eligieran con conocimiento de causa y verdadera expertise a quienes deben ocupar cada cargo de modo que los candidatos sean reales y sean verdaderos expertos en lo que van a detentar. Sin partido político alguno que considerar, pues no hacen falta para nada y habría que retirarlos por completo del poder dejándolos como meros clubes. Quiero decir, los candidatos no se presentarían representando a ningún partido político sino sólo a sí mismos, en un estado en donde no gobernaran ya jamás los partidos políticos.
De ese modo se pueden mantener las listas abiertas que deben mantenerse. Y de ese modo también el que fuera elegido como responsable principal jamás podría decir que tiene un equipo en el que no podría confiar por no tener las habilidades que considerase necesarias, ya que todos habrían optado a cada uno de los puestos habiéndoles sido requeridas esas habilidades como conditio sine qua non desde antes de que se constituyeran las candidaturas.
Así es como se constituye una cúpula de gobierno de la que sea verdaderamente responsable el pueblo y que sean verdaderamente responsables y eficientes para el pueblo y para el gobernante principal.
Este sistema es idóneo para elegir presidente de una nación y sus ministros, todos con listas abiertas y los requerimientos para cada puesto, elaborados por equipos jurídicos contratados por méritos por los ciudadanos, expuestos de antemano para que sólo los que se ajusten a los requerimientos puedan acceder. Como si fuera una especie de oposición para el puesto de presidente y ministros donde cualquiera pudiera comprobar los méritos y competencia reales de cada aspirante.
Si además la propaganda para la elección estuviera restringida a un solo sitio web oficial nos sería baratísima a todos los españoles y todos los candidatos tendrían el mismo número de oportunidades y no haría falta para nada la tramposa ley D’Hondt.
Diseñar un nuevo y justo país si conoces como funciona el mundo y cómo debería funcionar para que fuera justo no es una tarea realmente difícil o intensa. Simplemente es multimodular y compleja, pero los principios con los que armar el mecano son muy sencillos si tienes voluntad de hacer las cosas bien y has reflexionado profundamente en el qué y en el cómo.» [Agustín Barahona]