Es muy fácil intentar hacer ver que algo es lo que no es mediante la corrupción de la palabra, contra toda lógica y sentido lingüístico. Y mucho más fácil aún es implicar sociopolíticamente que lo sea mediante el calculado, aberrante y aberrado uso de un término. Es por eso que este tipo de manipulación es una de las principales herramientas de la así llamada política contemporánea, ya que la corrupción llega aquí hasta raíces sociales antes impensables por lo profundas y peligrosas en mala praxis, intentando corromper el lenguaje en su propia unidad léxica de la palabra. Son muchísimos los ejemplos que en mi blog y en otros medios de redes sociales vengo denunciando directa o indirectamente desde hace años y no voy ahora a abundar en ellos. Simplemente pondré un ejemplo lo suficientemente elocuente como para que aquellos que aún no han reparado en esta peligrosa y habitualmente inadvertida corrupción como arma asesina de las libertades la perciban con toda claridad.

Tradicionalmente se decía que una persona tenía socialmente empleo, estaba empleado o tenía trabajo cuando ese trabajo le permitía independizarse de su familia original y vivir, mal que bien, por sus propios medios. Incluso en el ámbito militar, más tradicional, el término empleo refiere directamente la jerarquía o categoría personal, lo cual muestra el sentido total vital que posee la palabra. El significado aludido no pertenecía directamente al ámbito de la denotación sino que era lo que se llama una connotación intrínseca del término que, por ello, no hacía falta mencionar por obvio y sobreentendido, por evitar producir una especie de pleonasmo semántico completamente inútil por redundante. Es precisamente por este tipo de connotaciones intrínsecas por donde el manipulador comienza a trabajar, cambiando su significado para hacer finalmente que la denotación mude semánticamente hacia las direcciones que le convenga.
Es más, la propia realidad histórica da fé del significado, pues cualquiera de los oficios manejados en el imaginario social del mundo moderno se supone que sirve para dar de comer a la persona que lo desarrolla, además de para disfrutar de esa independencia social que le permite ser un individuo libre, libertad sin la cual no existe una verdadera sociedad democrática en la era moderna. También da fé de ello, y en este caso de un modo aún más elocuente, la expresión compuesta «empleo precario», acuñada con este modificador distintivo del significado para referir precisamente un tipo de empleo desnaturalizado que carece de la estabilidad, duración, medios o recursos suficientes propios que un empleo debe poseer normalmente, es decir, todo aquél empleo que no sirve a sus propios fines de manutención vital de la persona y su dignidad democrática permitiéndole ser un individuo libre.
Así pues, para terminar, sólo una petición razonada:
Sr Presidente actual del Gobierno, Don Mariano Rajoy, no somos gorriones para que usted haga con el pan del empleo miguitas y las reparta entre una multitud para poder presumir de que ha hecho muchos panes de ello porque a cada uno le ha tocado una desdignificada y mísera parte de ese pan original. No es cierto que sean panes, y usted y nosotros lo sabemos. Y, lo que es peor, supongo que usted sabe que lo sabemos, porque de lo contrario sería un ignorante de cuestiones fundamentales que no podría estar gobernando y debería dimitir de inmediato. Y si usted sabe que lo sabemos no sé a quién pretende estúpidamente engañar, salvo que piense que cada uno de nosotros somos un pobre meningítico de baba. Y si usted no sabe que lo sabemos puede que entonces el susodicho sea usted y deba también dimitir por la fundamental salud de todo, la suya en tal estado la primera, y la de España ipso facto a renglón seguido.
Una miga no es un pan, por mucho que usted pretenda falsificarla llamándola pan. No es usted el dios en el que dice que cree para andar cambiando la realidad del mundo mediante la palabra, sea un poco más modesto y realista. Un empleo que no permite la fundamental libertad que se necesita para convivir en democracia y poder elegir correctamente sin coacciones de ningún tipo… no es un empleo y usted no puede contabilizarlo como tal, como espero que usted sepa. No pretenda usted que está creando empleo cuando lo único que está haciendo es desnaturalizándolo y miserabilizándolo intentando que signifique algo que no significa para que donde antes trabajaba uno dignamente ahora lo hagan diez precaria, indigna e inútilmente para sus vidas. Sea inteligente de verdad, si es que puede, como así lo espero.
Le repito, no somos gorriones, no nos arroje miguitas y se crea por ello un gran e inteligente benefactor ornitológico. Somos Seres Humanos. Pero por favor, si además desea seguir masacrándonos socialmente al menos no cometa usted la imbecilidad de creer que somos imbéciles o de tratarnos como tales. Es lo mínimo. Llame usted al pan pan y a la miga miga. Muchas gracias.» [Agustín Barahona]
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Véase también:
Desde el comienzo de la crisis económica, la política y los medios de comunicación españoles han comenzado también a introducirse en el juego de la manipulación del lenguaje, que está impregnando profundamente nuestra sociedad
Origen: La política o la perversión del lenguaje
Uno de los mayores logros del neoliberalismo, con el que ha cimentado en gran medida su hegemonía ideológica, es la manipulación del lenguaje…
Vivimos rodeados de palabrería, mensajes huecos o maquillados. Dicen…
Origen: La manipulación del lenguaje
E igualmente:
https://www.agustinbarahona.com/blog/otra-forma-sutil-y-peligrosa-de-corrupcion/
https://www.agustinbarahona.com/blog/nos-damos-cuenta-de-la-corrupcion/
https://www.agustinbarahona.com/blog/como-evitar-la-corrupcion/
https://www.agustinbarahona.com/blog/solo-se-corrompe-lo-corrompiblecorruptible/
¿Se debe aceptar como música algo que no da ninguna muestra de serlo?
Etc.

«Mientras quepa la posibilidad de que la mayoría vote algo demostrablemente incorrecto jamás participaré en un grupo donde esté esa mayoría. O se decide con la razón contrastada o yo no estaré entre los que decidan.
La decisión correcta depende del conocimiento correcto y éste no es democrático. Por eso la ciencia no es democrática. La democracia puede servir sólo para aquello de lo que no se puede tener certeza y de lo que, por tanto, no se puede tomar una decisión racional.» [Agustín Barahona]
Aunque el tema viene de antiguo, recomiendo leer:

«Si no se actúa coherente y consistentemente con lo que ha hecho también el Fiscal General del Estado elegido como Maza del gobierno me temo que esto se va a poner cada vez peor. Y es lógico, porque el grado de evidencia de la corrupción hace que
1.- al no quedarle duda alguna al ciudadano de estar viviendo en un teatrillo de guiñol
2.- donde no puede gobernar su vida porque le han robado el poder legislativo que le es privativo
3.- y además recibe todos los palos y miserabilización
los resultados de no tener ya nada que perder puedan mover y promover las desgracias inevitables que suceden en todos los países donde los ciudadanos se dieron cuenta de que la justicia es de cartón piedra, desgracias que a nadie nos gustaría que le sucedieran a España 🙁
Dichas previsibles desgracias sólo podrían pararse con el cumplimiento inmediato y honesto de la ley actual y con la inmediata creación y puesta en marcha de un nuevo sistema que fuera realmente justo y pudiera demostrarse muy rápido tanto que lo es como que se va a mantener siéndolo al darse esas propias garantías en su mismísima institución.
No hay otra alternativa.» [Agustín Barahona]
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El máximo responsable de la Fiscalía ha anunciado la dimisión de Moix en una rueda de prensa sin preguntas. Ha sido breve pero intenso. En menos tiempo, es difícil mentir más.
Origen: Las mentiras del fiscal general del Estado sobre la dimisión de Manuel Moix
Véase también: Fiscal General del Estado.