![]()
«A ver cuándo se enteran los españoles de que no nos debemos a ninguna presunta autoridad, sino a las leyes que supuestamente el pueblo español se da a sí mismo como poder legislativo. Por eso ningún funcionario tiene que obedecer a sus jefes cuando éstos le dan órdenes que son infracciones manifiestas del ordenamiento jurídico y por eso todos los funcionarios deben conocerse todas las normas que les atañen, para saber cuándo hacer lo que les dicen, porque es una orden profesional y una ley lo ampara, o cuándo no hacer lo que le dicen, porque una ley no lo permite. A estas alturas no deberíamos ser ya un país de cortesanos iletrados, pero no parece que la realidad sea ésa.
Así pues, cualquier policía autonómica o cualquier ciudadano español sólo pueden «obedecer» al derecho vigente de mayor alcance en cada momento, no a las personas. Repito, no somos cortesanos. Las órdenes ilegales jamás se ejecutan, ni siquiera cautelarmente como algunas burricies sugieren (que hay que ser asno siquiera para sugerirlo), sino que se ponen inmediatamente en conocimiento de los órganos de inspección procedentes.
A ver cuándo empezamos a espabilar, porque es doloroso tener que recordar cosas tan básicas que tanto incomodan a quienes deberían hacerlas cumplir. Y les incomodan porque no pueden hacerlas cumplir ya que no se las conocen y, si las hicieran cumplir, la mayoría de las veces se perjudicarían a sí mismos, pues tal es el grado de corrupción clientelar en el que vegetan.» [Agustín Barahona]

«El neoliberalismo puede tener aparentemente un alcance funcional mientras los constantes daños y errores que produce pueden ser absorbidos y asumidos por el propio sistema que lo detenta, lo cual le da siempre un inevitable tiempo de caducidad. Pero en cuanto ese límite es sobrepasado es obvio que es recursivamente destructivo para el sistema, y su real y falacioso mal funcionamiento –enmascarado habitualmente por el tamaño de su sufridora población ignorante del método (a mayor tamaño e ignorancia más difícil es de detectar)– queda totalmente expuesto. Los hechos y su estadística lo han mostrado siempre. Es absurdo persistir: no es ni puede ser garantía de futuro estable y próspero para toda la humanidad como se supone que debe ser un método económico mundial. Tal como está planteado, el neoliberalismo no es más que una religión en la que creer de la que sus hierofantes se benefician mientras haya creyentes.» [Agustín Barahona]
_________________________________
Desde el colapso económico hasta el desastre ambiental, pasando por el ascenso de Donald Trump: el neoliberalismo ha desempeñado un papel en todos ellos. ¿Cómo es posible que la izquierda no haya planteado una alternativa?
Origen: Neoliberalismo: la raíz ideológica de todos nuestros problemas
Origen: El neoliberalismo, características y efectos | ATTAC España
El famoso politólogo estadounidense Noam Chomsky arremete contra el neoliberalismo de EE.UU. y afirma que en lugar de fomentar la libertad, promueve la tiranía.
Origen: Chomsky: Neoliberalismo de EEUU es un disfraz de su tiranía – HispanTV, Nexo Latino
Véase también:
La corrupción de la palabra como herramienta de la corrupción política
Aprender a usar correctamente el cerebro es nuestra asignatura pendiente… por voluntad política.
Una buena alegoría de lo que en sí mismo hace el neoliberalismo para sostenerse:
Es muy fácil intentar hacer ver que algo es lo que no es mediante la corrupción de la palabra, contra toda lógica y sentido lingüístico. Y mucho más fácil aún es implicar sociopolíticamente que lo sea mediante el calculado, aberrante y aberrado uso de un término. Es por eso que este tipo de manipulación es una de las principales herramientas de la así llamada política contemporánea, ya que la corrupción llega aquí hasta raíces sociales antes impensables por lo profundas y peligrosas en mala praxis, intentando corromper el lenguaje en su propia unidad léxica de la palabra. Son muchísimos los ejemplos que en mi blog y en otros medios de redes sociales vengo denunciando directa o indirectamente desde hace años y no voy ahora a abundar en ellos. Simplemente pondré un ejemplo lo suficientemente elocuente como para que aquellos que aún no han reparado en esta peligrosa y habitualmente inadvertida corrupción como arma asesina de las libertades la perciban con toda claridad.

Tradicionalmente se decía que una persona tenía socialmente empleo, estaba empleado o tenía trabajo cuando ese trabajo le permitía independizarse de su familia original y vivir, mal que bien, por sus propios medios. Incluso en el ámbito militar, más tradicional, el término empleo refiere directamente la jerarquía o categoría personal, lo cual muestra el sentido total vital que posee la palabra. El significado aludido no pertenecía directamente al ámbito de la denotación sino que era lo que se llama una connotación intrínseca del término que, por ello, no hacía falta mencionar por obvio y sobreentendido, por evitar producir una especie de pleonasmo semántico completamente inútil por redundante. Es precisamente por este tipo de connotaciones intrínsecas por donde el manipulador comienza a trabajar, cambiando su significado para hacer finalmente que la denotación mude semánticamente hacia las direcciones que le convenga.
Es más, la propia realidad histórica da fé del significado, pues cualquiera de los oficios manejados en el imaginario social del mundo moderno se supone que sirve para dar de comer a la persona que lo desarrolla, además de para disfrutar de esa independencia social que le permite ser un individuo libre, libertad sin la cual no existe una verdadera sociedad democrática en la era moderna. También da fé de ello, y en este caso de un modo aún más elocuente, la expresión compuesta «empleo precario», acuñada con este modificador distintivo del significado para referir precisamente un tipo de empleo desnaturalizado que carece de la estabilidad, duración, medios o recursos suficientes propios que un empleo debe poseer normalmente, es decir, todo aquél empleo que no sirve a sus propios fines de manutención vital de la persona y su dignidad democrática permitiéndole ser un individuo libre.
Así pues, para terminar, sólo una petición razonada:
Sr Presidente actual del Gobierno, Don Mariano Rajoy, no somos gorriones para que usted haga con el pan del empleo miguitas y las reparta entre una multitud para poder presumir de que ha hecho muchos panes de ello porque a cada uno le ha tocado una desdignificada y mísera parte de ese pan original. No es cierto que sean panes, y usted y nosotros lo sabemos. Y, lo que es peor, supongo que usted sabe que lo sabemos, porque de lo contrario sería un ignorante de cuestiones fundamentales que no podría estar gobernando y debería dimitir de inmediato. Y si usted sabe que lo sabemos no sé a quién pretende estúpidamente engañar, salvo que piense que cada uno de nosotros somos un pobre meningítico de baba. Y si usted no sabe que lo sabemos puede que entonces el susodicho sea usted y deba también dimitir por la fundamental salud de todo, la suya en tal estado la primera, y la de España ipso facto a renglón seguido.
Una miga no es un pan, por mucho que usted pretenda falsificarla llamándola pan. No es usted el dios en el que dice que cree para andar cambiando la realidad del mundo mediante la palabra, sea un poco más modesto y realista. Un empleo que no permite la fundamental libertad que se necesita para convivir en democracia y poder elegir correctamente sin coacciones de ningún tipo… no es un empleo y usted no puede contabilizarlo como tal, como espero que usted sepa. No pretenda usted que está creando empleo cuando lo único que está haciendo es desnaturalizándolo y miserabilizándolo intentando que signifique algo que no significa para que donde antes trabajaba uno dignamente ahora lo hagan diez precaria, indigna e inútilmente para sus vidas. Sea inteligente de verdad, si es que puede, como así lo espero.
Le repito, no somos gorriones, no nos arroje miguitas y se crea por ello un gran e inteligente benefactor ornitológico. Somos Seres Humanos. Pero por favor, si además desea seguir masacrándonos socialmente al menos no cometa usted la imbecilidad de creer que somos imbéciles o de tratarnos como tales. Es lo mínimo. Llame usted al pan pan y a la miga miga. Muchas gracias.» [Agustín Barahona]
__________________________
Véase también:
Desde el comienzo de la crisis económica, la política y los medios de comunicación españoles han comenzado también a introducirse en el juego de la manipulación del lenguaje, que está impregnando profundamente nuestra sociedad
Origen: La política o la perversión del lenguaje
Uno de los mayores logros del neoliberalismo, con el que ha cimentado en gran medida su hegemonía ideológica, es la manipulación del lenguaje…
Vivimos rodeados de palabrería, mensajes huecos o maquillados. Dicen…
Origen: La manipulación del lenguaje
E igualmente:
https://www.agustinbarahona.com/blog/otra-forma-sutil-y-peligrosa-de-corrupcion/
https://www.agustinbarahona.com/blog/nos-damos-cuenta-de-la-corrupcion/
https://www.agustinbarahona.com/blog/como-evitar-la-corrupcion/
https://www.agustinbarahona.com/blog/solo-se-corrompe-lo-corrompiblecorruptible/
¿Se debe aceptar como música algo que no da ninguna muestra de serlo?
Etc.