
«Queridos compatriotas: ¿Por qué votar por tercera vez lo mismo –que es lo justo– para que el resultado sea otra vez el mismísimo y completamente predecible resultado inoperante? Sin Conocimiento aparece en la vida constantemente la lógica diversidad de opiniones –pensadlo, por favor– y por lo tanto es imposible que si todas las opiniones valen lo mismo pueda haber una que venza unas elecciones a través del número en lugar de a través de la razón. Esto es de locos. Tras haber quedado tan patente lo que a nada que lo hubiéramos reflexionado un poco ya sabíamos de antemano, que el sistema no funciona –véanse otras entradas al respecto en este mismo blog–, yo iría ya directamente a buscar métodos alternativos para conseguir ponernos todos de acuerdo para cambiar pacífica e inteligentemente el sistema. Ésa sería la solución y no es inalcanzable si se hace bien, con todo lo que ya sabemos sobre la psicología de masas, pedagogía, justicia, jurismo, transparencia garantista y política de los últimos 25 siglos. Debemos disolver las Cortes y abrir un periodo constituyente, es decir, un estudio jurídico para una nueva constitución, con la participación de las ideas y peticiones sensatas de todos, con la consecuente e inmediata puesta en vigencia de una nueva Constitución que no permitiera en modo alguno las injusticias, sin resquicios. Una Constitución en donde quienes hace tiempo que no nos representan –y, descaradamente con sus hechos, ni lo pretenden– ya no tengan posibilidad legal de representarnos porque nosotros nos representaremos a nosotros mismos realizando el papel que legítimamente tenemos desde la Revolución Francesa: el poder legislativo. El ejecutivo actual jamás lo va a permitir porque perderían el poder inexpugnable de manipular impunemente en su beneficio, así pues no nos queda otro remedio, ciudadanos españoles, que procurárnoslo nosotros mismos. Nuestro horizonte diario, nuestro futuro, mejorarían por fin, permitiendo sucesivos mejoramientos que dependerían exclusivamente de nosotros y nuestra eficacia, por lo cual la Educación sí jugaría, por fin, un papel fundamental. Esta presente constitución actual en la que morimos, reflejo de la sociedad de los ladrones y truhanes que la crearon, es obvio que ha de desaparecer de inmediato –junto con la cultura podrida que la parió conscientemente con todas sus posibilidades de perversión, que ha ido posterior y sibilinamente desarrollando– en beneficio de una nueva y realmente justa, para que todos podamos darnos la oportunidad de vivir dignamente de nuestro esfuerzo honesto y que tal oportunidad dependa de veras de nuestra Educación y preparación para la vida Política, con mayúsculas. Éste por el momento es el mejor camino posible.» [Agustín Barahona]
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«Temo que en no mucho tiempo la gente comience tomándose la justicia por su mano. Es lo que ocurre cuando quien tiene que garantizarla no sólo no cumple su cometido sino que comete sin vergüenza una tropelía tras otra.» [Agustín Barahona]

«Dejando de lado que el partido Ciudadanita –PePitas de mandarina, pues a naranja ya no llegan– propone a los Psoítas bastantes más puntos que a los PePitas, lo que ya deja claro a quiénes se tolera mejor y se les quiere facilitar el gobierno, está clarísimo que estos menos puntos son sólo un teatrillo de guiñol porque desde el punto de vista jurídico el PP no tiene ni obligación ni potestad para cumplirlos, amén de que algunos ya han caducado. ¿Quizá piensan que los españoles somos tan memos como quienes pretenden que nos lo creamos?
Lo único que está claro en todo esto, patentemente demostrado, es que
1) los partidos políticos sobran, pues España se gobierna sola a sí misma y no necesitamos pagarles barbaridades que supuestamente no tenemos para que simplemente pongan firmas en documentos cuyos contenidos ni realizan ni ejecutan ellos sino los verdaderos especialistas, los funcionarios;
2) el sistema no funciona, pues todo lo que está ocurriendo con el supuesto bloqueo –que no es tal– de la formación de un nuevo gobierno era predecible desde el momento en que el sistema fue puesto por escrito, ya que si los partidos son ideológicos y, consecuentemente, cada uno ofrece una solución distinta a los mismos problemas –de otro modo no pueden tampoco intentar justificar su existencia, a pesar de que la ley les permite NO prepresentarnos sin que ello tenga consecuencia legal alguna–, no sólo no tienen que ponerse de acuerdo sino que no deben, para así no traicionar a sus votantes ni a la propia realidad, porque, como digo siempre, si uno propone que 2+2 son cuatro, otro que cinco y otro que veintidós sólo uno de ellos debería gobernar y la responsabilidad está en la formación intelectual del pueblo español en relación a conocer de verdad cómo funciona el mundo y cuál es la realidad contrastable e innegable» [Agustín Barahona]
(Addenda: Con la cantidad de días posibles para realizar las terceras elecciones, la selección del día de Navidad para las terceras elecciones por parte de Rajoy es sólo para perjudicar conscientemente buscando un mayor rédito PePita, ya que eso fomentará una mayor abstención que siempre favorece al club PP y unos gastos exorbitantes por ser día festivo –por norma es obligatorio pagar más– además de la tremenda incomodidad que provocará en la sociedad española con mucha gente atrapada en las mesas electorales todo el día, gastos e incomodidades que intentarán ser presentados como fruto de que los demás partidos no quisieron que los PePitas gobernaran antes. Deleznable.)