«Un buen ejemplo de la imposibilidad en España de que un servicio de inspección ofrezca las garantías legales mínimas que las leyes generales y la lógica básica reclaman para poder hacer una denuncia eficaz. ***Los inspectores trabajan normalmente para aquél a quien se denuncia***. En este caso se tenía que denunciar a la propia presidenta de la comunidad de Madrid que es la jefa máxima de todos los servicios que podrían actuar en la investigación, además de que pertenece al partido que malgobierna España, por lo que habría que haber hecho la denuncia casi directamente en Luxemburgo o Estrasburgo.
Debería establecerse un sistema donde los investigadores inspectores fueran totalmente independientes, como en otros países más avanzados. Si el profesor filtrador de la información la hubiera denunciado por los canales habituales sólo habría conseguido avisarles para que disfrazaran y maquillaran todo… a no ser que antes de hacer la denuncia se hubiera precavido –que es lo que yo habría hecho (y no sería la primera vez)– haciendo depositarías de fe de todos los datos y documentos pertinentes demostrativos a través de un servicio de notarios, sin ser visto.
Fijaos que lo expedientan en realidad por haber cumplido con su deber del único modo que tenía a su disposición, dado el contexto de corrupción en el que vive, sea quien sea el profesor. En lugar de darle un premio lo expedientan. Dice el rector que es «por haber generado un perjuicio haciendo público el caso»: esa frase lo dice todo y habla de la actitud sin vergüenza de esta gente. Además, cuando el actual rector dice «soy incapaz de entender que cuando una persona encuentra una irregularidad no lo ponga en conocimiento de los que pueden resolver esa irregularidad» se equivoca completamente, puesto que los hechos muestran con claridad meridiana que las irregularidades se pusieron en manos de quienes más garantías podían dar de que en la situación actual se resolverían realmente: los medios de comunicación. Eso de que los trapos sucios se lavan en casa sólo pueden sostenerlo los corruptos en este contexto de servicio público. Quien hace el daño no es quien denuncia el crimen sino el criminal o criminales.
Respecto a la seriedad europea en este tema, España es un país de una impresentabilidad rayana en el ridículo mundial, con una posición injustificable sin reconocer ser institucionalmente unos desvergonzados pícaros del siglo XVI viviendo en el XXI.
Leed el artículo de abajo y sacad vuestras propias conclusiones junto con lo que acabo de explicar, tomándolo como faro.» [Agustín Barahona]
Origen: La Rey Juan Carlos abrirá expediente al filtrador del máster de Cifuentes
Fé de erratas:
En la Constitución, donde pone «derecho a» debe poner «garantía de» para que no jueguen más con nosotros.
«El truco de quienes hicieron perversa la constitución fue poner el tener derecho en lugar de garantizar, porque tener derecho en jurismo sólo quiere decir que nadie te puede negar algo, no que te vayan a dar aquello a lo que tienes derecho.
El problema de Derecho de fondo es que la mención expresa de un derecho ha de ser significativa y pertinente, o si no habría que hacer mención expresa de todos los derechos posibles del ser humano y la lista sería infinita. El hecho de que no se mencione que tenemos derecho a respirar no quiere decir que nos lo puedan quitar, luego si los derechos constitucionales tienen la misma categoría que los derechos no expresos la constitución estaría mal hecha o perversamente hecha, ya que habrían incluído determinados derechos sólo como una parapeto para engañar a los españoles haciéndoles creer lo que no es.
No sé si me he explicado con la claridad suficiente y he justificado la urgente necesidad de tomarnos como una fé de erratas estas imprescindibles modificaciones en la Constitución. O bien la urgente necesidad de hacerla nueva desde el principio, que es lo que sería más justo, fácil y sano.» [Agustín Barahona]
«Hay que blindar las pensiones, por humanidad y por lógica. Que cada persona pueda cobrar lo que la proporción de su trabajo y tiempo le haya permitido alcanzar y que sea siempre el máximo posible, jamás un mínimo. Es una cuestión de dignidad y de justicia.
El estado tiene dinero de sobra para poder hacerlo., Simplemente tiene que cambiar sus prioridades por otras más justas y razonables y dejar de mercadear para beneficio de los mercachifles con el dinero de los españoles.» [Agustín Barahona]