Esto es una de las decenas de cosas que propongo que sean cambiadas en una nueva Constitución. Me pregunto cómo es posible que al Consejo de Estado Español puedan acceder presidentes calamitosos que han dejado a España en un déficit de pobreza mayor que el de otros países ante las mismas dificultades o que incluso han contribuído a que el panorama de esas dificultades aumente. Se supone que el Consejo de Estado debería ser semejante a aquellos sistemas de consejeros de la antigüedad en donde las personas que habían demostrado su valía como políticos sabios no podían ser perdidas en política sólo por que se hubieran hecho mayores y no estuvieran en edad de dirigir un país y por ello, para que su sabiduría y experiencia en el buen hacer no se perdiesen, eran seleccionados para formar parte de una especie de Consejo de Ancianos, donde lo más válido no eran las canas sino la sabiduría demostrada a través de sus actos. Del Consejo de Estado no deberían formar parte más que aquellas personas que hubieran demostrado ser capaces de gobernarse a sí mismas y a su país de un modo exitoso y patente, pues nadie querría para sí un consejero que no hubiera podido ni controlar su propia casa. Ya lo decía el sin par Leonardo Da Vinci: «Pide consejo sólo al que sabe corregirse a sí mismo». [Agustín Barahona]

marzo 31, 2012 a las 3:16 am por Agustín Barahona
Categoría: Escritos en Facebook