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La Música, origen y destino del Misterio - junio 21, 2016 por Agustín Barahona

Cuando queremos ponernos un poco de puntillas para atisbar el misterio de lo inefable usamos la música para elevarnos

«Cuando queremos ponernos un poco de puntillas para atisbar el misterio de lo inefable usamos la música para elevarnos. Ella estructura y desarrolla el pensamiento abstracto y las emociones puras como lenguaje atávico y permite desde sí misma acceder a senderos de la realidad humana donde nuestros pies no han hollado aún lo necesario para hacer nuevo camino» [Agustín Barahona]

El éxito de un gobierno depende exclusivamente del poder educativo… que aún no existe. - junio 11, 2016 por Agustín Barahona

«Mientras en un país no tengan plena certeza todos de que 2+2 son 4 jamás puede funcionar un gobierno. Así que el éxito de un gobierno depende del poder educativo, como pilar fundamental que garantiza la corrección y completura de todo lo que en el país se haga, especialmente lo ejecutivo, lo legislativo y lo judicial. Es un trabajo muy duro, extremadamente duro, porque se debe hacer con mucha paciencia para educar a la gente. Aunque, como también he dicho infinidad de veces, no todo el mundo desea aún ser educado. Pero recordad que el Poder Educativo se dejó deliberadamente de lado en la Revolución Francesa y hoy ya es tiempo hace tiempo de hacer nacer al Pilar que a través del tiempo dará definitiva estabilidad al Estado:  El Poder Educativo» [Agustín Barahona]

Está visto que hace falta un juez en los debates para que sean legítimos - abril 6, 2016 por Agustín Barahona

«En los supuestos debates de televisión o radio pondría tiempo fijo de micrófono y que sólo pudiera abrirlo, dando turnos, un juez que, a su vez, pudiera pedir pruebas de lo que se declare ser cierto o señalar las falacias cometidas pidiendo que no sea tenido en cuenta ni se vuelva a usar el argumento falacioso, y si el debatiente insiste en comportarse falsaria o falaciosamente sea expulsado de la sala. Así al cabo del tiempo fijo concedido todos los discursos sería válidos lógicamente y el micrófono se apagaría automáticamente y nadie podría interrumpir al que está hablando, que es una falta de respeto al que nos están acostumbrando siempre la mayoría de los participantes en esos contextos.» [Agustín Barahona]

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