
«Si hubiera que votar algo no sería si queremos que Cataluña se separe o no –porque las normas actuales por lógica y coherencia constitucional no lo permiten– sino si queremos todos los españoles que se modifique o se cambie completa la constitución actual para que la unidad nacional pueda fragmentarse. Ésa sería la forma legal de conseguir la independencia de Cataluña y millones de españoles votaríamos en un referéndum como ése.
Así que, queridos amigos separatistas, id olvidándoos de vuestras pretensiones ilegales y comenzad a dirigir vuestros esfuerzos hacia las legales. Ambas son igual de quiméricas, por irracionales, pero al menos si seguís la vía legal no se dañará más el estado de derecho de lo que ya está, no habrá peligrosas confrontaciones en las calles, no se malgastará más dinero público y trabajo de agentes en control policial, nadie podrá meteros en la cárcel ni perderéis ni haréis perder el tiempo a todos en el caos conscientemente delictivo que organizáis.
Ahora bien, mi consejo es que más nos valdría a todos los españoles dedicar juntos nuestro tiempo a estudiar cómo separarnos del sistema y clase políticos completamente corruptos en que nos tienen atrapados a perpetuidad. Como he dicho ya en numerosas ocasiones, de eso si merece la pena independizarse, y urgentemente.» [Agustín Barahona]

«Una de las cosas que más me está divirtiendo de todo este caos separatista es cómo ha obligado a los de Podemos a retratarse haciendo que las máscaras caigan por fin. Ya no hace falta que sus adversarios les acusen repugnantemente de cosas falsas porque los acusadores no entienden de qué hablan 😀
En estos históricos momentos ha quedado patente que los de Podemos o bien son tan irracionales como aquellas cosas indefendibles que defienden ahora o tan canallas para defenderlas sin ser irracionales, sólo porque ven que pueden sacarles un rédito electoral.
Ya me parecía a mí que tanto eslogan universitario impecable sin saber cómo ponerlo en marcha con los datos reales sólo podía significar que son muy buenos citando lo que otros dicen pero que no tienen la más mínima idea de qué significa realmente lo que esos otros dicen ni, por tanto, tienen la más mínima idea de cómo realizarlo. Puro teatrillo de guiñol.
Descanse en paz Podemos. Ni pudieron ni pudieron Ser» [Agustín Barahona]

¡Devuelvan a la ciudadanía española más que preparada el Poder Legislativo que nos corresponde y verán cómo los problemas de España disminuyen exponencialmente en brevísimo tiempo! ¡La nueva constitución no puede repetir este engaño ni tantos otros! Reclamemos nuestro derecho mediante el art 92 de la actual constitución –aunque no sea vinculante, es el modo de anunciarnos dejando claro lo que queremos y, sobre todo, por qué–. Los supuestos «representantes», que ni representan ni cumplen legalmente lo que se promete representar ni tiene consecuencia alguna el que no lo hagan, ***no son la solución sino el problema***. ¿Todavía no os habéis dado cuenta?
[Agustín Barahona]
Ni siquiera seríamos pioneros. Ya hay países muy avanzados en gestión política –Liechtenstein y Suiza, por ejemplo– que llevan muchísimo tiempo con el poder legislativo realmente separado del ejecutivo y el judicial, en manos de su ciudadanía, garantizando así la independencia funcional de al menos esos tres pilares del estado. Si se quisieran hacer las cosas bien sería mucho más fácil hacerlas de lo que a la gente se le hace creer habitualmente.
Hay muchas formas de viabilizar lo que digo, no sólo una, como algunos piensan. Por ejemplo, una de las más fáciles sería impedir que los partidos políticos pudieran seguir gobernando como tales y que quienes participasen optando a formar parte de la colegiatura técnica del legislativo lo hiciesen a titulo personal con las garantías de su experiencia profesional demostrada, a manera de las tan cacareadas listas abiertas pero yendo mucho más allá, anulando el poder de los partidos políticos y el despilfarro e injusticia que instituímos al permitirles todos los desmanes en que se rebozan a diario. Realmente no nos hacen falta los partidos políticos, sólo nos hacen falta profesionales que respondan directamente con su responsabilidad civil y penal de su expertise y eficacia. Hablo de cosas que no habría que pensar desde cero, porque ya están funcionando perfectamente en otras partes del mundo.