«Aunque originalmente lo esotérico era lo muy especializado y no comunicado más que a aquellos que verdaderamento lo estudiaban progresiva y comprensivamente bajo la tutela de unas determinadas reglas de comportamiento y trabajo que vinculaban a un maestro de esa disciplina especializada con sus discípulos –en oposición a lo exotérico, que era el conocimiento cultural común de la gente–, en la actualidad el concepto de «lo esotérico» se usa nada más que para referir los efectos conocidos de algo cuyos fundamentos reales aún no se han estudiado y, por ello, se desconocen, motivo por lo cual puede llegar a parecer algo mágico o místico. Además, suelen ser cosas que hemos intentado conocer por medios erróneos y han quedado por ello bloqueadas en el proceso, congeladas en caminos extraviados o en desarrollos y planteamientos mal entendidos y totalmente incompletos.

Tal modo de conceptualizarlo en realidad no tiene mucho sentido, porque según esto no existe nada realmente esotérico, ya que numerosas cosas en la historia lo eran en un momento dado y tan pronto como fueron estudiadas dejaron de serlo. Así pues estamos, filosóficamente hablando, simplemente ante el nombre que le damos a una ignorancia provisional que nos aqueja y a la vez nos maravilla y que hemos intentado resolver incluso aunque aún no disponíamos de medios para ello

abril 9, 2022 a las 7:50 pm por Agustín Barahona
Categoría: Humanismo, Reflexiones
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