El Conservatorio Teresa Berganza no reparte el uso de su auditorium para sus alumnos desde principio de curso.

El Conservatorio Teresa Berganza no reparte el uso de su auditorium para sus alumnos desde principio de curso.

La consecuencia inmediata es que ningún alumno ha podido en el primer trimestre usar el auditorium para su formación antes de que termine la primera evaluación, no ha podido haber recitales ni audiciones didácticos realizados por los alumnos ni se han podido realizar allí los pertinentes ensayos en los instrumentos ad hoc, con el consiguiente perjuicio irreparable para nuestros educandos. Y esto no es el primer año que sucede, desgraciadamente.

¿Qué es lo que ocurre para que este desagradable e ineficaz fenómeno sea previsible todos los años, además de que el Equipo Directivo no haga nada por resolverlo?

Diera la impresión, año tras año, de que desde el inicio del curso en septiembre se estuviera esperando a generar primero un calendario de actividades extraacadémicas y cuando éste ya estuviera cerrado se comenzara a pensar en cómo construir el académico, ¡justo lo contrario de lo que debiera ser!, puesto que las normas y la lógica obligan a que este proceso se diera del revés, es decir, que primero se repartiera el auditorium para uso de los departamentos docentes y las fechas sobrantes se ofrecieran para actividades extraacadémicas. Además de esta impresión, queda claro que lo que no es una impresión es que ni siquiera se informa a los Auxiliares de Control del uso reservado que de esta sala principal se va a hacer por agenda, lo que genera anual y constantemente problemas para poder prestar el uso del auditorium cuando éste está vacío y desaprovechado y problemas para poder predecir, por tanto, cuándo se va a producir un acto académico por parte de los alumnos del centro bajo los auspicios de la docencia de sus profesores. Todo esto a pesar de que desde los departamentos se protesta una y otra vez todos los años, por parte de algunos profesores, para que dicho reparto esté ya preparado cuando el curso comienza, como debería ser, y se haga en primer lugar durante la primera sesión del reparto de horarios, asignaturas y alumnos que se hace como primer acto académico cada curso –por norma–, que es sesión convocada por Jefatura de Estudios. Esperemos que algún año al fin se haga un uso racional del que es por excelencia el núcleo de un centro de enseñanza de artes escénicas: el escenario, su auditorium.

¡Feliz Santa Cecilia, mis queridos alumnos, a ver si con suerte podéis pisar el auditorium en algún momento el próximo año!